martes, 1 de mayo de 2012


RECORDAMOS

-¡Se apartan! -exclama incrédulo.
-¡Bien! ¿Una fiesta? -pregunto irónica.
-¡Esto lo vi una vez en una película! -ríe Eva.
-¿Nunca habías visto hacerlo a nadie?
-Pues no, pero esto ya se hace muy poco.
-Ya, pero es que no deberíamos hacerlo tampoco, porque no llevamos heridos, pero bueno. -termino riendo.- Somos la hostia. -ríen.
-Vamos a llegar hasta antes que ellos y todo.

Título: ¡Dadme dinero!


-Narra Justin.

Ve como la meten corriendo en una sala, ¿qué le pasa? Solo habrá sido una bajada de tensión, ¿no?
No, si no, no la habrían metido en esa sala tan deprisa, no puedo más, paseo de un lado del pasillo a otro, tengo que llamar a mamá.

-Conversación telefónica.

-¿Sí?
-Mamá -sollozo.
-¿Qué pasa? -se altera.
-Estoy en el hospital ____ _____ ven por favor.
-¿Qué pasa hijo?
-Es Cris...
-¿¡Qué le pasa Justin!?
-No sé todavía lo que es, pero yo creo que una bajada de tensión no ha sido ni un ataque de nervios, mamá, ¿y si ha sido un infarto y se queda mal? ¿O si tiene algo en el corazón? O... Yo que sé, mamá por favor ven rápido, estoy solo, los chicos están por venir. -lloro, parezco tonto llorando aquí solo en medio del pasillo, pero es que no puedo más, se que no va a ser nada, seguro, pero le amo tanto. Y todo fue por mi culpa.
-¡Justin, escuchame! No ha sido ningún infarto, seguro, no es normal que una chica de 16 años tenga uno, y no tiene nada en el corazón, te lo aseguro, es una chica muy viva, muy...
-Loca. -sonrío.
-Sí, muy loca y lo sabes, nunca para. No puede ser.
-Pero también tiene mucho carácter y siempre está de los nervios. -me siento en un banco vacío en enfrente de esa habitación que la han metido.- Antes se había cabreado conmigo... Mamá, es mi culpa. -lloro.
-¡No es tu culpa! ¿Me oyes? ¡Voy para allá ahora mismo! -cuelga.
~Fin conversación.

-Sí, es mi culpa. -susurro.
-¡Justin! -Es Eva, con Ryan y.... ¿Selena con ellos?
-Hola. -seco.
-¿Qué hola bro? ¿Cómo está? -Ryan me abraza.
-Eso quisiera saber yo.
-¡Justin! -grita Selena que viene por detrás, me abraza, yo lloro como un crío desconsolado.
-Em.... ¿Qué nos perdimos? -pregunta Eva que nos mira con los ojos como platos.
-Mucho. -me suelto de Selena y me vuelvo a sentar en el banco cabizbajo.
-¿Me lo podéis contar? Por que me estoy empezando a mosquear, ¿habéis vuelto?
-No.
-¿Entonces?
-Me han perdonado. -comenta Selena antes de que yo pueda decir nada.
-Vale, ¿qué chantaje les has hecho?
-¿Yo? Ninguno.
-Pues no te creo.
-Bien por ti, he venido a hablar con ellos dos y a pedirles disculpas y explicarles las cosas, no contigo.
-Ni falta que hace. -subraya Eva.
-Pues muy bien, por el camino más llano. -me toca el hombro- Justin, ¿no sabes nada?
-No.
-¡Justin! -Es mamá.
-Estoy aquí.
-¿Cómo está? -se sienta al otro lado de la silla, mira a Selena, me mira, la vuelve a mirar, me mira, esto empieza a parecer cómico.- Em.... Esto... Em... Justin....¿Qué haces aquí? -le pregunta a Selena.
-Vine con ellos Pattie. -dice cabizbajo.
-¿No habrás sido tu la culpable de que le haya dado eso?
-No, es por mi culpa mamá. -apresuro en decir.
-¡Mentira! ¡Ya comprendo, has sido tú! -grita Eva señalando a Selena.
-¿Por mi culpa?
-Sí, seguro que empezarías a comerle el coco y por eso le paso eso. -dice muy segura de si misma, esta española es tonta.
-Callate anda.
-¿Por qué me voy a callar? ¡Eres una zorra! -grita.
-¡Estamos en un hospital, Cristina que te recuerdo que es tu amiga está ahí dentro y todavía no sabemos que le pasa, y tu venga gritar, y no, yo no tengo la culpa de nada! -grito cabreada, estoy harta de esta chica.
-¡No grites tú!
-Mira, dejadme niña. -me giro dándole la espalda.- Justin, traje su bolso con sus documentaciones y su móvil para que llaméis a sus padres. -me da el bolso, yo me apresuro a abrirlo, pero...
-No puedo llamar a sus padres...
-Hijo si puedes, yo llamaré si quieres, pero mejor vamos a esperar a ver que tiene. -en ese momento se abre la puerta y salen dos médicos, si antes estaba nervioso y mal, ahora estoy mucho peor.
-¿La familia de Cristina _____?
-Nosotros. -decimos todos a la vez, y formamos una especie de barrera delante de aquellos dos hombres con batas blancas.
-¿Sus padres? -insiste el otro.
-No están aquí.
-Pues si no están sus padres hasta entonces no podremos decir nada. -dice el médico más gordo, que feo es.
-Doctor, sus padres están en España, esta chica ha venido a pasar aquí las vacaciones, él es su novio -me señala mamá- Aquellos dos son sus amigos, ella de España, el de aquí. -señala a Eva y Ryan-
Y Selena...
-Soy su amiga.
-Pues.... ¿su amiga? -pregunta, yo asiento con la cabeza- Y ella es su amiga, también. Por favor, sus padres vendrán lo más pronto posible, aquí la única familia que tiene somos nosotros.
-Muy bien, pues Cristina, bueno está fuera de peligro lo primero. -noto un gran alivio en mi interior- Pero estamos preocupados, porque lo que ha tenido ha sido un pequeño infarto, y en una chica tan joven como ella, que tenga unos...
-Tiene 16 años.
-Pues 16 años, no es normal, haber los infartos no son normales, ocurren cuando llevas mucho estrés y te alteras mucho o simplemente ocurren sin motivo, pero en una persona tan joven no es normal.
-Pero cuando le pasó estaba muy cabreada, estaba de los nervios. -comenta Selena.
-¿Mucho?
-Pues, se puso como loca a romper cosas y a gritar, hasta que le entró un mareo muy fuerte.
-¿Un mareo?
-Sí, se mareo muchas veces.
-Que extraño, eso no encaja para ser un infarto.
-Ya, y lo he pensado. -habla Selena, nosotros decidimos escuchar- Pero, después se sentó decía que notaba mucha presión en el pecho, y la respiración la tenía muy alterada, luego me dijo que era asmática, y yo pensé que de los nervios podía ser eso, entonces le pregunté que donde tenía la medicina para el asma, pero me dijo que lo tenía en España, pero que ella creía que no podía ser eso, ya que hacía años que no le pasaba y los síntomas no eran así, ni la presión en el pecho ni los mareos. La intenté tranquilizar, me dijo que necesitaba un médico, yo pensando que era un ataque de nervios, ya que en este verano yo he pasado por dos, sé lo que hay que hacer, primero la intenté tranquilizar, y luego iríamos al médico, porque si seguía así le podía dar algo, entonces la intenté llevar al salón, para tumbarla en el sofá, pero las piernas le fallaban, y se sentó de momento, entonces le dio un mareo muy fuerte, que fue cuando Justin ya la cogió en peso, y ahí perdió el conocimiento.
-Es extraño, por lo de los mareos. -comenta un médico.
-Y, ¿qué paso antes para que estuviera tan cabreada y de los nervios? -insiste el otro médico, parece que está viendo una película. Esta vez decido explicarle yo.
-Llevaba una semana sin apenas verla, ella pensaba que es porque estaba con otra, y la verdad, bueno, ya todo se va a estropear, es que estaba preparando una fiesta, ya que mañana volvía a España, y aunque me dolía no verla ni contestarle por el móvil ni por twitter, era para que la sorpresa fuera mayor, a parte también tenía que trabajar mucho, entonces hoy decidí ir a verla, estaba ya harto, me llamó la atención que al pasar yo con el coche la vi salir de un coche que no conocía, detrás vi a Selena, cosa que me extrañó más, porque estaban peleadas, entonces aparqué y decidí ir a ver, entre en la cafetería y las vi hablando contentas entonces me acerqué y Cristina me contestaba cabreada y tal, que estaba muy cabreada conmigo, se fue y me dejó allí solo, ya que se fue con Selena, salí detrás, pero un camarero me dijo que no podía irme, que tenía que pagar, ya que ellas todavía no habían pagado, pagué y salí corriendo detrás de ellas, cuando las encontré, Cristina lloró porque como es tan cabezota, se le metió que estaba con otra, visto el espectáculo que estábamos formando, Selena nos dijo de irnos de allí, ya había muchas cámaras pendientes de nosotros, cuando llegamos a casa de Cris, lo primero que hizo fue coger un marco de un espejo y estrellarlo en el suelo, decía que era muy feo y que lo odiaba, empezó a tirar cosas como loca, jarrones, platos, de todo. Hasta que ya le dio el mareo y lo que os ha contado Selena. -termino diciendo cabizbajo- Ha sido mi culpa. -abrazo a mamá llorando.
-Aún así, no es normal lo de el infarto, ha sido leve pero... Necesitamos hablar con sus padres, ¿nos podrían dar su número o algún modo de poder hablar con ellos?
-Sí, pero si no les importa, ¿podría llamarlos yo?
-¿Usted?
-Sí, yo.
-Bueno pues como quieras...
-Pattie.
-Vale, pero de todos modos me gustaría hablar con su madre o su padre, así que si los llama cuando estemos nosotros mucho mejor.
-Claro, si quieres llamamos ahora.
-Esta bien.
-Justin dame su móvil. -Dudo un instante, ¿los llamo yo? Sí, creo que debo ser yo.
-No, los llamaré yo.
-Está bien, pero no vayas a empezar, ha sido mi culpa y todas esas tonterías que si no se creen que le has hecho algo. -me advierte.
-Está bien. -saco su móvil y busco por la guía, pero está en español, ¿cómo será mamá o papá en español?
-Eva, ayudame. No sé español.
-Mira. -coge el móvil y busca en la guía- Esto es mamá, llama a ella. -me devuelve el móvil, ya está comunicando, pero cuelgo rápido.
-¡Que yo no puedo hablar con ella! -exclamo divertido- Sería un caos yo hablando español.
-¡Es verdad! -exclama mamá- Menos mal que al final no he llamado yo, no me había dado cuenta.
-Pues como solo sé yo, llamaré yo. -me arrebata el móvil Eva.

-Narra Eva.

-Vale, pero no vayas a empezar con tus dramatización.
-Que ya... - le doy a llamar, comunica y cogen el teléfono.

-Conversación telefónica con la madre de Cris.


-¡Hija, pensaba que estabas cabreada!
-Manola, no soy Cristina. Soy Eva.
-Ah, hola Eva. Sí es para que la deje no la voy a dejar más tiempo.
-No es eso, siéntate por favor.
-¿Qué pasa? Ya estoy sentada, estamos todos en el salón.
-Pues... -intento parecer fuerte, pero algunas lágrimas empiezan a caer- Cris está ingresada.
-¿¡Qué, dónde!? -grita desesperada.
-Aquí, en un hospital.
-¿En cuál? ¡Vamos para allá ahora mismo!
-Manola, tranquilízate, está ya bien, está fuera de peligro. Ha tenido un leve infarto.
-¿Un infarto?
-Sí.
-Mira si es una broma no tiene nada de gracia.
-Manola que no es mentira, que es verdad, que estamos aquí en el hospital ____ _____ que están los médicos y todos aquí, que he llamado yo porque ellos no saben español.
-Pero... -llora- ¿Cómo ha pasado?
-Manola, te recuerdo que ya mañana volvía, y Justin le estaba preparando una fiesta, ella pensaba que estaba con otra, porque no la llamaba para que fuera sorpresa, después se lo encontró y se puso de los nervios, rompió cosas, el mareo, la presión. -digo muy rápido- También apareció Selena.
-¿¡No tendrá esa la culpa no!? ¡La mato!
-No, al parecer estaba con ella tomando café, se ve que se perdonaron.
-¿Qué?
-Pues eso, bueno, estoy aquí con los médicos, quieren saber porque lo de que se mareara no encaja y que le de un infarto tan joven es muy peligroso, si tiene algo en el corazón o algo por lo que haya podido ser el infarto.
-¿Mi hija? No, para nada, ella siempre ha sido una chica sanisima. Bueno de pequeña tenía asma, es asmática pero ya no le da desde hace años.
-Ya, eso lo sabemos. Bueno ya está bien está recuperándose. Venid cuanto antes. Ahora en un mensaje os mando las direcciones.


(…)

Han pasado dos semanas, sí dos semanas, ya estoy en España, la semana que viene empiezo el instituto, estoy deprimida, pasando la peor época de mi vida. En estas dos semanas ha pasado de todo un poco, cuando mis padres llegaron al hospital de Canadá, yo ya estaba recuperada del todo, todo había sido un pequeño infarto. Al final resultó que como soy tan inquieta y siempre ando de los nervios y tengo mucho carácter, con lo mal que lo estaba pasando y el cabreo que tenía, por eso me paso. Pero no sé... Todos ahora están distintos, me cuidan mucho, siempre están preocupados por mi, Justin me llama muchísimo, Selena también, Ryan, Chris y Caitlin también me llaman, pero no tanto, vinieron a verme cuando salí del hospital, Lu, bueno Lu me visita mucho junto a Eva, es todo muy extraño, no sé, pero algo me ocultan, y creo que tiene que ver con el infarto. Noto a Justin muy apagado cuando me habla sobre eso, y como sigan así peor me voy a poner, paso los días metido en mi cuarto, cuando no estoy con Lidia, ya no me llevo taaaan mal con mis hermanos como antes, ahora paso casi todo el tiempo con ellos. Lidia me trata normal, pero mi hermano también está extraño, ¿qué tengo? No puedo más, necesito saberlo, ¿me estaré muriendo? No puedo más, paseo de un lado a otro de mi habitación todos los días preguntándome que será lo que pasa. También pensando en la semana más que me quedé allí en Canadá, Justin es tan mono, al final resultó que tanto misterio de pasar de mi era por una fiesta que me estaba organizando, el día de antes de venirme la celebramos. Es tan mono, le amo tanto, pero otra vez mi rayamiento sobre porque están tan raros conmigo. Quizá, pero solo quizá, pueda sacarle a Justin que es lo que pasa...
Bueno sigo contándoos, dentro de una semana empiezo el instituto, no podré ver a Justin hasta las Navidades, que las iré a pasar allí. Bueno, solo unos días, para año nuevo tengo que estar aquí.
Estoy como loca, mandado para las últimas becas papeles y por internet para mi irme allí a estudiar, pero ya están todas, en la última semana que queda no voy a conseguir nada. Me queda año y medio para los 18, entonces me iré con él. Me ha costado muchas peleas con mi familia, pero al final al ser menor me he tenido que volver a España, cosa que odio con todo mi corazón. No puedo más, quiero volver, lo extraño tanto, sus besos, que me despierte por las mañanas, su aroma, que me toque, que me coja de la mano y empiece a correr arrastrándome literalmente como ha hecho tantas veces. Echo de menos pelearme con el, cuando le reventé la nariz, cuando me tiró a la piscina con el pomo de la puerta en la mano jajaja, cuando las canciones, el tormento que le daba con las canciones, vale no sé si es que me emociono contándoos todo o que con la canción de Demi Lovato ~Rascacielos, más me emociono, le echo tantísimo de menos, cuando lo conocí, con ese bigote falso que llevaba, decía que era para que no lo reconocieran, pero a la primera lo reconocí, conocí a mi ídolo y mi futura pareja. Le extraño, le extraño mucho, esa cara de pícaro que pone, o cuando se peleaba con Jazzy y Jaxon, recuerdo cuando se le olvidó a Jaxon en la piscina, o cuando Jazzy le sacó el dedo y el flipaba en todos los colores. Cuando... nuestra primera vez tan desastrosa como fue. Como ha mejorado en la cama, dios, extraño tanto eso, pero es lo de menos. Sus besos, cuando dormíamos juntos, la primera noche que dormimos juntos, cuando me tiraba encima de él o cuando le llamé en oculto. Lo extraño. Mucho. Muchísimo. Me voy a ir, me tengo que escapar, lo necesito, necesito estar con él, hacer todas esas gilipolleces que hacíamos juntos, echo de menos a el, a lo gilipollas que es a veces, con sus tonterías, cuando le echábamos las culpas. Decidido: A la mierda todo, me voy con él. ¿Qué mi familia se cabrea? Nadie les pidió que opinaran ni que se metieran, si me quieren y quieren lo mejor para mí es dejarme ir con él. Dejarme vivir con el amor de mi vida. No lo pienso pensar dos veces, ahora mismo hago las maletas y saco el billete para el avión más próximo. Pero necesito dinero para ello. Todo lo que tenía lo gasté en Canadá en ropa y fiestas. Necesito hablar con mi hermano, él me ayudará, lo sé.
Encimo el ordenador deprisa, como si me fuera la vida en ello, necesito mirar ya los vuelos. Golpeo un par de veces flojo el ordenador, que lento va por dios, al fin termina de encenderse, tecleo rápido en el Google, y miro en varias empresas, el más pronto es esta noche a las once y cuarto, ahora son las cinco y veinte, tengo casi seis horas, y necesito ayuda, Diego me ayudará. Cierro el portátil sin dejar que termine de apagarse y saco mis maletas, si ya las tengo echas un punto más para que me ayude, llevaré pocas cosas. No necesito mucho para escaparme, lo justo, una cuanta ropa, zapatos. Mi bolsa de aseo con las cosas que necesitaré y poca cosa más, dejo el portátil encima de la mesa con el cargador, no se me puede olvidar, y el pincho como yo le digo encima para que tampoco se me olvide, preparo el bolso, no se me puede olvidar nada, el monedero, llaves de casa para que sepan que las llevo y que alguna vez volveré, pero en un tiempo largo no. Apago la mini cadena, desde luego se ha puesto la radio de acuerdo para poner música tristes para deprimirme más. Ahora está Adele, pero la apago, voy decidida hacia la puerta, me giro, miro mi habitación detenida, y me vuelvo a girar, salgo, pico en la habitación de mi hermano.

-¿Quién?
-Soy yo. -digo apagada.
-¡Pasa! -abro, está con el ordenador.
-¿Podemos hablar? -digo cabizbaja- Por favor.
-Pues claro tonta. Siéntate anda. -se levanta de la silla y viene hacia mí. Me derrumbo en un mar de lágrimas, el me abraza desconsolándome.
-¿Otra vez pensando en el?
-Sí.
-En Navidad lo verás.
-Son tres meses. -le miro con lágrimas en los ojos, y luego lo vuelvo a abrazar fuerte. Mi hermano ha cambiado mucho, ya no es como era antes. Un idiota, por si no se sabía.
-Ya, pero...
-Nada, pero nada, estoy harta. -me separo, me siento en su cama, el enfrente.- Estoy harta, ¿puedo confiar en ti? -el asiente- Me voy.
-¿Cómo?
-Me voy, me voy de aquí, me voy. Adiós, me voy a Canadá, me voy con él. No puedo vivir sin él.
-No te puedes ir, en una semana empiezas el instituto y eres menor de edad.
-Me importa una mierda -me levanto, empiezo a andar de un lado a otro- Me voy, he venido a pedirte un favor.
-Dime.
-Dame dinero.
-Vale, ya te puedes ir. -ríe.
-Vale, pues me las arreglaré yo sola, me meteré a puta. -avanzo hacia la puerta, lo justo para saber que no me lo permitirá.
-Espera -me agarra del brazo.
-¿Me lo darás?
-Cristina, el único dinero que tengo es el de la universidad. -dice serio.
-Lo siento. -me giro- Entonces nada.
-Peeeeeeeeeeero. -me coge del brazo, me giro- ¿Recuerdas cuando vendí la Wii?
-¡Cerdo que la vendistes y también era mía! -le doy un leve empujón, el carcajea.
-Nunca jugabas, y mamá estaba harta de tenerla en medio.
-Bueno, ¿qué pasa con la Wii?
-Que tengo todavía el dinero.
-¿Cuánto?
-150.
-Puff...
-¿Para qué lo quieres?
-¿Prometes no decirlo?
-Lo prometo.
-Diego, que esto es muy serio, si dices algo te juro que no me vuelves a ver en tu puta vida, me corto las venas o lo que sea, ya me conoces, lo que digo lo prometo y soy muy vengativa.
-Que mal estás de la cabeza.
-No lo sabes tu bien.
-¿Para qué quieres le dinero? -abre un cajón y saca una pequeña caja.
-Para... ¡Sera hijo puta que ahí escondía el dinero y yo como loca buscando por el armario! -exclamo. El carcajea.- Me voy a Canadá, el dinero es para el vuelo.


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