RECORDAMOS
-¿Para
qué quieres le dinero? -abre un cajón y saca una pequeña caja.
-Para...
¡Sera hijo puta que ahí escondía el dinero y yo como loca buscando
por el armario! -exclamo. El carcajea.- Me voy a Canadá, el dinero
es para el vuelo.
Título:
Mientras esté con él, lo que sea.
-¿Qué?
-Creo
que lo he dicho bien claro.
-No,
entonces no te doy el dinero.
-Por
favor, te juro que te lo devolveré, es más te daré el doble, 300
euros.
-Cris,
así sean 300.000 euros, no.
-Por
favor, tío soy tu hermana venga, no seas rata, sabes lo mal que lo
he pasado y lo estoy pasando, estoy harta y si ya me dio un infarto
no quiero pensar en lo que me va a pasar si sigo así. Me quiero ir,
aquí no hago nada sin él, le amo. ¡Le amo! -grito.
-¿Y
qué vas a hacer allí? ¡Tendrás que continuar tus estudios!
Además, ¿y papá y mi mamá? No te puedes ir.
-¿Qué
no? Pues ya lo verás, ¿me das el dinero o me meto a puta? Te lo
digo muy enserio, hago lo que sea por irme allí con él. Le amo, sin
el no soy nada, estoy apagada, y eso es raro en mi, una semana sin
haberme metido contigo, ni problemas, ni peleas, ni nada.
-Entonces
estás muy mal -carcajea.
-¡No
te rías que es verdad! Necesito estar con él, estudiaré allí,
trabajaré, me da igual, aunque me tenga que meter allí a puta. ¡Me
da igual por estar a su lado hago cualquier cosa! Le amo, joder, le
amo, y no puedo más, necesito estar con él, no soy persona sin él,
y si no estoy con él voy a terminar cometiendo una tontería, una
gran tontería, la mayor en esta vida, si me tengo que quitar la vida
para quitarme este sufrimiento lo haré. ¡Ayudame por favor!
-termino llorando, el me abraza.
-Está
bien. -me coge la cara- Pero por favor ten mucho cuidado.
-Lo
tendré, pero si te preguntan que donde estoy por favor no digas
nada, dices que tu no sabes nada. Que no lo sabes que no te cojo el
teléfono lo que sea, estaré comunicada contigo te lo prometo, todos
los días, dos o tres veces al día. Pero no les digas nada, dejaré
una carta, sin poner a donde voy, aunque creo que se lo imaginarán,
pondré que no me busquen, cuando vea que ya es necesario te lo diré
y tu les dirás que contactado contigo y que no quiero que me
busquen, que pronto los visitaré y que quiero vivir mi vida, que no
se preocupen por los estudios ni por el dinero ni nada, estaré bien.
Pero no les digas que estoy con Justin, si no creerán que el tiene
culpa.
-Estás
muy mal de la cabeza, te quiero. -me abraza.
-Gracias
por todo, enserio gracias. -le abrazo fuerte, después hablamos sobre
como lo vamos a hacer para que no sospechen y para sacar la maleta de
casa, es pequeña, pero no vaya a ser, hemos quedado en que el
bajará un rato antes y yo se la tiraré por la ventana, cosa que el
en un principió se negó por si le abría la cabeza o algo, pero al
final lo convencí, después bajaré yo con la escusa de que voy a
visitar a Eva y Lu. Y ya nos iremos en un taxi, que esta vez pagaré
yo con el poco dinero que me queda. Después el volverá y cuando
vean que no vengo Diego dirá algo para que no se preocupen, y ya se
irá viendo con el tiempo.
-Bueno,
te quedan dos horas y media, me voy ya para afuera, que el
aereopuerto está a una hora y tendrás que estar antes.
(…)
-¡Cuidado!
-susurro, y tiro la maleta, el pobre en un hábil movimiento coge la
maleta.
-¡Casi
me tuertas un ojo! -carcajeo.- ¡Date prisa!
-Vooooooy.
-cojo mi bolso, me aseguro de llevar todo dentro, el monedero, con a
penas 50 euros para el taxi, las llaves, el móvil , el cargador del
móvil que va en la maleta, que me falta... Dinero, eso me falta,
espera, quizá.... meto la mano por detrás del armario.- ¡Bingo!
-saco un sobre, dentro hay 170 euros.- No sabía que seguía teniendo
este dinero, ¿se lo doy a Diego por el dinero de antes? No, mejor me
lo guardo por si acaso para Canadá, ya le daré a él su dinero.
-Guardo rápido el dinero, me aseguro de llevar todas las
documentaciones, D.N.I, pasaporte, vamos todo lo necesario.
Miro
por última vez mi habitación. La echaré de menos. Lanzo un beso al
aire, hasta en los últimos momentos yo tan normal como siempre, y
salgo sin hacer mucho ruido. Bajo, y ahí están los tres en el
salón, viendo la televisión.
-Mamá,
papá, me voy.
-¿A
dónde? -A Canadá, con el amor de mi vida, prefiero estar con el a
estar aquí muriéndome con vosotros, os quiero, comprenderlo, pero
quiero vivir mi vida, se que soy menor de edad, me debería de quedar
y esperar, pero no es una cosa que me agrade mucho: esperar. Lo
siento, pero me voy. Os echaré de menos. Os quiero.
-A casa
de Eva, he quedado también con Lu allí, es para ver una película,
no volveré tarde, si eso llamo para que me recojáis, adiós. -le
doy un gran beso a mi padre, luego a mi hermana y finalmente a mi
hermana. -¡Adiós!
-Que
rara estás. -dice mi hermana, hago oídos sordos y salgo. Los echaré
de menos. Pero en un tiempo no volveré, lo necesito, es lo que
quiero y debo hacer, me lo dice mi corazón y mi cabeza, por una vez
en la vida los dos están de acuerdo. Abro la puerta de casa, salgo
y cierro con un leve portazo, me encojo de hombros con los ojos
cerrados hasta que se cierra, creo que no ha sido muy leve, creo que
ha sido bastante fuerte. Diego carcajea, me espera. Me acerco a él,
en la esquina de casa ya está el taxi esperando, subimos detrás
para poder hablar, aunque bueno el taxista se va a enterar de todo.
Pero bueno.
-¿Lo
has pensado bien? Todavía podemos dar la vuelta.
-No,
Diego, lo sabes me tengo que ir, gracias por todo te quiero. -le
abrazo.
-¿Novios?
-pregunta el taxista que mira sin descaro por el retrovisor.
-¿Nosotros?
-preguntamos al unísono, después reímos fuerte.- Somos hermanos.
-¡Ah,
pues hacéis buena pareja! -carcajea.
-¿Tú
y yo? -le miro después miro al taxista y carcajeo- No creo, lo veo
con otros ojos, además el amor de mi vida me está esperando. -río
nerviosa.
(…)
-¿Cuánto
es? -pregunto.
-Son
27,50 euros.
-Toma.
-se los doy justos y bajamos.
-¡Gracias
y que dures mucho con el amor de tu vida! -grita y se va.
-Menuda
guasa tiene el tío.
-Vayamos
a comprar el billete anda. -pone su brazo al rededor de mis hombros y
nos acercamos hasta la mujer que está atendiendo, esperamos la cola,
y al final nos toca.
-Hola,
buenas tardes.
-Hola,
¿el próximo vuelo para Canadá, _____ ? (os recuerdo que os dejé
para elegir, porque en Stranford no hay playa)
-Pues
es dos horas, ¿dos? -nos mira, bueno, más bien a mi me mira, a mi
hermano lo escanéa con la mirada.
-No, mi
novio -destaco novio- se queda aquí, me voy para una beca, el ha
venido para acompañarme -le abrazo melosa, el me mira riendo.
-Ah...
-dice decepcionada, sonrío victoriosa- Bueno pues, el D.N.I y tu
pasaporte por favor. -se los entrego.- Ah, pero eres menor de edad.
No puedes viajar sin el permiso de una adulto.
-¿Sí?
Pues es que mis padres no me han acompañado, pero mi novio es mayor
de edad, ¿el podría firmarme el permiso? -le tiro un pequeño
peñizco a mi supuesto novio, me tengo que reír. Para que diga algo
y firme ese puto permiso.
-Bueno,
si es mayor de edad si, de me su D.N.I por favor caballero.
-Cariño
por favor. Dale tu D.N.I.
-Si mi
vida, pero espera un momento, perdone ahora venimos. -le dice a la
mujer esa y sin darle tiempo a darle su D.N.I me arrastra a parte.
-¿Qué
pasa? ¡Sueltame que me haces daño joder! -me suelto.
-¡Si
ve el D.N.I verá que somos hermanos lumbreras!
-Lumbreras
tú, no te jode. A ver, piensa, piensa. -me golpeo la frente, y lo
único que se me viene a al mente es la canción de Winnie de Pooh,
la de “piensa pooh, piensa”- ¡Ya sé! Dirás, que nos hemos
apartado para hablar porque no lo llevas encima.
-¿Y si
no cuela?
-Le
contamos la verdad, y le haremos el chantaje de que tu cenarás con
ella. -sonrío victoriosa.
-Tú y
tus ideas de meterme siempre por medio.
-¡Bueno
mi vida que esta señora nos espera! -subo el volumen de voz para que
nos escuche, lo agarro de la mano y nos acercamos.
-¿Algún
problema?
-Bueno...
-se rasca la nuca, a ver quien actúa hoy mejor el o yo- Es que... No
llevo el D.N.I encima...
-Vaya...
Entonces.. No podrás viajar, lo siento mucho. -Esta, está
disfrutando la muy guarra. Me están entrando unas ganas de darle dos
hostias, e aquí mi lado de actriz, un poco de dramatización, más
pensar que no podré estar con Justin y varias lágrimas empiezan a
caer por mis mejillas.
-Por
favor, si no voy la beca se echará a perder, y ya a estas alturas no
podré entrar en ningún instituto.
-Señorita,
pero no puede viajar sin permiso de un adulto.
-Por
favor, deja a mi novio que firme el aun que sea el dichoso papel
ese, por favor. -lloro más, me está empezando a gustar esto de
interpretar.
-Por
favor no llores. -me saca un paquete de pañuelos- Tranquila, ¿vale?
Haremos lo que podamos.
-¿Si?
Muchas gracias de verdad, eres un cielo, no sé como agradecértelo.
-Está
bien, pero no llores más anda, firme usted aquí -se dirige a mi
hermano que me mira sin creerse el numerito que he formado en un
momento, le doy un golpe el reacciona y firma.
-Vale,
¿dónde quieres el vuelo, el primera categoría? ¿en ventana?
¿pasillo?
-Pues...
Tengo 150 euros, para lo que me dé.
-Vale,
pues en segunda categoría, ¿pasillo o ventana?
-Ventana.
-Vale,
pues 145 euros. Por favor y gracias. -le doy el dinero, me devuelve
cinco miserables euros y me da el billete.- Muchas gracias por volar
con nosotros, dentro de hora y media se avisará por donde tienes que
ir para tu vuelo. Adiós.
-Adiós,
y muchas gracias eres un cielo. -cojo a Diego de la mano en plan
novios y caminamos hasta un banco.
-¡Tú
vas para actriz!
-Chss...
Baja la voz. -río.
-Que
tía, como voy a echar de menos otra vez todo esto. -sonríe.
-Muchas
gracias por todo, enserio, cuando pueda te doy el dinero.
-Ya
sabes que me tienes que dar el doble.
-Lo
sé... Venga que te invito a tomar café a la cafetería de ahí.
-señalo una cafetería.
-¿Me
invitas como mi dinero? -carcajeo.
(…)
-Pero,
¿sabes que no vas a poder comer esas chuches en el avión? -miro el
bolsón de chuches que llevo.
-¿No?
-Pues
no subnormalaca.
-¿¡Me
he gastado lo que me quedaba en chuches para nada!? ¡Pues vaya
mierda!
-Que
tonta. -ríe fuerte. Anuncia que tengo ya que subir al avión.
-Bueno...
Pues te quiero mucho, te llamaré en cuanto llegue, y muchas gracias
de nuevo por todo, y en cuando pueda te devuelvo los 300 euros. -le
miro mal por lo último y le abrazo.
-Te
quiero. Aunque seas tan tormentosa y me metas en todos estos
marrones. -le abraza fuerte. Después de una gran despedida, y darle
el dinero para el taxi, mierda, ya solo me quedan 130 euros, de lo
que encontré en el sobre. Subo al avión, no tengo a nadie al lado,
me reconocen un par de chicas que van delante y después de cargarme
en todo lo posible por lo bajo porque me han pillado me toca echarme
fotos con ellas y hablar un poco sobre Justin antes de que el avión
despegue. Al fin, después de unas larguísimas 13 horas llego a
Canadá, allí son las 10 de la mañana, pido un taxi doy la
dirección de Justin, y allá vamos. Pago al taxista, genial, ya
solo me quedan 100 euros. Ni para el vuelo de vuelta, mis padres ya
estarán como locos buscándome. Bajo del taxi y miro la casa de
Justin, se ve los coches, genial si están. Pattie está en el
jardín, ¿qué hace? Que mona se le ve, está barriendo la puerta,
le hago señas para que mire hacia mí, pero nada.
-¡Pattie!
-susurro, pero nada- ¡Pattie! -esta vez más fuerte, pero nada-
¡Pattie! -digo ya en un tono normal. Esta se gira y me ve, tira la
escoba de la sorpresa yo le saludo con la mano sonriente, me mira y
después mira la maleta, sonríe y se mete dentro de la casa, un
ruido me avisa de que puedo abrir la gran valla esa, la abro y entro
ella corre hacia mí para abrazarme.
-¡Cristina!
-me abraza fuerte- ¿Cómo estás? -me mira- Estás más delgada.
-Sí,
es que bueno... no he comido mucho, larga historia.
-¿Y
tus padres te han dejado al final venir?
-Pues no. -me mira rara.- Pattie, me he escapado. -abre la boca de par en par.
-Pues no. -me mira rara.- Pattie, me he escapado. -abre la boca de par en par.
-¿Por
qué has hecho eso?
-Por
que amo a tu hijo, y por él esto y más.
-Y él
a ti también te ama muchísimo, ahora está durmiendo, a penas
duerme por la noche le escucho llorar.
-Oh,
que mono, como yo. -sonrío.
-¿Tú
tampoco duermes llorando por él? -pregunta emocionada.
-Ni
siquiera como, ¡mirame! -me abro de brazos para que me mire. Ella
sonríe y me abraza.
-¿Pasamos
dentro y me cuentas?
-Vale, total, he venido aquí, no tengo donde ir.
-Vale, total, he venido aquí, no tengo donde ir.
-Pues
te quedarás aquí. -sonríe, me pasa su brazo por la cintura y yo a
ella y entramos abrazadas, nos sentamos en el salón y ahí le cuento
todo.
-Pues
ya deberías de llamar a tu hermano. Aunque no deberías haber hecho
esto estarán muy preocupados.
-Ya...
Pero...
-Le
amas lo sé, anda llama a tu hermano que voy a despertar a Justin.
-¡No
lo despierto yo! -telefoneo en el teléfono, Pattie asiente y se
sienta delante mía en el sofá, mi hermano coge el teléfono.
-Conversación
telefónica con Diego.
-¡Qué
mal estás de la cabeza, estaban como locos, se creían que te había
dado otro infarto y estabas por ahí tirada! Les he tenido que decir
que te has quedado a dormir en casa de Eva.
-Hola a
ti también.
-Hola.
-ríe.
-Estoy
bien gracias ¿y tú?
-También
-ríe- ¿Dónde estás?
-En el
Caribe no te jode.
-Me
refiero que si estás ya en casa de Justin imbécil.
-Eh,
sin faltar. Sí estoy aquí con Pattie, ahora subiré a despertar a
Justin que está durmiendo.
-¡Pues
si duermen allí!
-Gilipollas
aquí son las diez de la mañana.
-Ah,
vale, no faltes tu tampoco. Bueno, tengo que colgar que mamá me
llama, será para que vaya a ver donde estas, y ahora me va a tocar
estar por ahí dando vueltas para que pase el tiempo mientras
supuestamente te busco, no me metes nada más que en jaleos.
-Lo
siento, de verdad. Gracias por todo, si pasa algo fuerte me llamas
pero a escondidas que no se enteren ellos y si nada ya te llamaré
yo, después diles que me he ido de compras o algo y que vengo por la
noche, luego la noche ya te diré alguna escusa.
-Que
loca estás. ¿Sabes?
-Qué.
-Voy a
escribir un libro: Las locuras de Cristina.
-Molaría.
Bueno te dejo, byeeeee.
-Adiós.
-cuelga.
-¿Qué
te ha dicho?
-Que se pusieron de los nervios porque no llegaba pensaban que me había dado otro infarto y estaba por ahí tirada, mi hermano les dijo que me quedé a dormir en casa de Eva. Ahora lo han llamado dice que será para que vaya en mi busca, y después les dirá que me he ido de compras que vuelvo por la noche y por la noche ya le llamaré con algunas escusa.
-Que se pusieron de los nervios porque no llegaba pensaban que me había dado otro infarto y estaba por ahí tirada, mi hermano les dijo que me quedé a dormir en casa de Eva. Ahora lo han llamado dice que será para que vaya en mi busca, y después les dirá que me he ido de compras que vuelvo por la noche y por la noche ya le llamaré con algunas escusa.
-Pero
de escusas no podrás estar toda la vida.
-Lo sé,
pero mientras tanto, algo es algo. Bueno voy a despertar a mi novio,
que llevo una semana sin verlo y estoy que me voy a arrancar los
pelos de los nervios. -Pattie ríe y me abraza. Después subo, entro
sigilosamente en su habitación, el pobre, está con todo cerrado, a
penas se ve nada, me acerco, que guapo es madre mía, no sé que
vería en mí. Tiene los ojos de haber llorado, le amo tanto. Me
tumbo a su lado, lo tengo enfrente.
-Narra
Justin.
Noto
una gran presión, alguien me está besando, abro los ojos y la veo,
es ella. No, no puede ser, esto es un sueño, pero parece tan real...
¡Es real! Le sigo el beso con fuerzas, con muchas ganas, algo moja
mis labios, Cristina está llorando, con una mano aparto su lágrima,
me separo de ella, la miro a los ojos, las palabras sobran y la
vuelvo a besar.
(…)
-¡Ahora
me da una vergüenza que me muero mirar a tu madre! -se pone roja,
noto sus mejillas arder.
-¡Pero
no te pongas roja tonta! -le besa- Hoy decía que iba a arreglar el
jardín, que lo quería hacer ella,así que no nos habrá
escuchado.... Creo...
-Justin,
si tu madre nos ha escuchado haciéndolo me muero de la vergüenza,
con las mismas que vine, con las mismas que me voy.
-¡No!
-me abraza fuerte- De aquí ya no te vas más. No te dejaré escapar.
-me abraza aún más fuerte.
-Eso no
lo dudes, me he escapado para estar contigo, ¿vale? Para estar aquí
contigo, que le den por culo a mis estudios, y a mis padres. Me
escapé por ti.
-¿Te
has escapado? ¿Por qué no me lo has dicho?
-Porque
el único momento que tenía libre la boca era para respirar, que
falto una semana y lo primero que haces es hacerme el amor.
-Me
gusta como suena.
-¿El
qué?
-Hacerte el amor. -sonríe pícaro y me abraza.
-Hacerte el amor. -sonríe pícaro y me abraza.
-Házmelo
una y otra vez. Te quiero, ¿vale? Y nadie me va a mover de tu lado,
me da igual si mis padres vienen a buscarme y me obligan a volver, me
da igual, me da igual quien venga, me da igual los estudios, mi
familia, mis amigos. Con estar contigo me basta. -la miro a los ojos,
¿cómo puede ser tan perfecta?
-Te
amo.
-Y yo.
-beso.
-Esto
que has hecho ha sido una locura. -pongo un mechón de pelo que cae
por su cara detrás de su pequeña oreja.
-Lo sé,
y lo haría una y otra vez.
-¿Cómo
lo has hecho para que tus padres no se enteren?
-Pues...
-le cuento todo.
-¿Me
debo de poner celoso de tu hermano?
-No, mi
vida sabes que eso era un paripé. -me besa.
-Bueno,
¿y ahora qué?
-Pues no sé.
-Pues no sé.
-De
escusas no puedes vivir toda la vida.
-Lo sé,
eso mismo me ha dicho tu madre. Pero mientras por ahora pueda estar
bien contigo, me da igual todo.
-Tú
móvil suena.
-¿Mi
móvil? Será mi hermano, que algo se habrán enterado de algo,
mierda, mierda, mierda.
-Espera.
-cojo su móvil, ya que me pilla más cerca.- Cris...
-¿Qué?
-pregunta preocupada.
-Es tu
madre....
-¿Qué
dices? ¿Qué hago? Joder...
-Cógelo
y si no se entera de nada siguele el rollo pero si sabe algo pues...
no sé, cuéntaselo.
-Joder...
-Narra
Cristina.
-Conversación
telefónica con mi madre.
-¡Cristina!
-la primera en el pico, está cabreada.
-¿Qué?
-seca.
-¿Dónde
estás?
-De
compras.
-¿Dónde
estás? -repite.
-De
compras -vuelvo a repetir.
-¿Con
quién?
-Con
Eva mamá.
-Pues
porqué Eva ha venido a buscarte y ella dice que no estás con ella?
-Porque
me he equivocado estoy con Lu. -me apresuro en decir.
-A Lu
la he llamado para ver si estabas con ella, y no estás con ella.
¿¡Dónde estás!?
-Em...
Mamá... No te escucho bien. ¿Me escuchas?
-¡Para
con las tonterías, dime donde estás ahora mismo! -grita, muerdo mi
labio, ¿qué hago? ¿Se lo digo? No, si no me obligará a volver,
miro a Justin me mira preocupado.
-Viviendo
mi vida. -cuelgo. Me derrumbo, Justin me abraza y lloro desconsolada.
-¿Qué
ha pasado? -acaricia mi cabeza.
-Mi
madre... Mi hermano le dijo a mi madre que estaba con Eva de compras,
pero como Eva no sabía nada, ella ha ido a mi casa a buscarme para
salir, entonces mi madre se ha preocupado al decirle Eva que no
estaba con ella, ha llamado a Lu para ver si estaba con ella y
tampoco. Entonces está como las fieras. Me ha preguntado un montón
de veces donde estoy pero no respondía, al final ya ha vuelto a
preguntar que donde estoy muy cabreada y le he respondido que
viviendo mi vida y he colgado. -mi móvil vuelve a sonar.
-Es
ella otra vez.
-¿Te
has aprendido como se escribe mamá en español eh? -río.
-Uno se
termina acostumbrando. -mira el móvil que sigue sonando.
-Cogelo
anda.
-No.
-cuelgo y tiro el móvil hacia otro lado de la cama- Te quiero. -le
beso. El móvil vuelve a sonar.- Joder, que pesados por dios.
-descuelgo el teléfono- ¿¡QUÉ!? -grito cabreada.
-¡Que
vuelvas a casa ahora mismo! -grita mi madre furiosa.
-¡No!
-¿Qué
no? ¡Eso ya lo veremos, vuelves o llamo a la policía!
-¡Que
rastrera eres por dios! ¿No ves que quiero ser feliz? ¡Quiero vivir
mi vida, lo que yo quiero y con quien quiero!
-Ah,
¿estás con Justin no?
-No,
mamá estoy en el Caribe con un brasileño que me saca diez años.
-digo irónica. Por detrás se escucha a mi padre gritar que vuelva,
está el altavoz puesto y también se escucha a Diego reír- ¿Tenéis
el altavoz puesto? ¡Diego no te rías capullo!
-¡Cristina
vuelve a casa ahora mismo, estás castigada de por vida, despídete
de ir a Canadá en Navidad! -no puedo evitar reír con esto último,
Justin me mira preocupado, yo más río.
-¡Y encima se descojona la niña! -grita de los nervios mi padre,
Diego una vez más ríe.
-¡Ahhhhh! ¿Por qué me pegas? ¿¡Es qué te he hecho yo algo!?
-grita Diego, le han pegado por reírse, más fuerte río.
-Cristina, ¿no estarás colocada o algo? -río aún más de escuchar
esto, no sé si reír o llorar.
-Mira, -me tranquilizo de tanto reír- dejadme en paz, ¿vale? Ni
policías ni nada, estoy bien, y no, no estoy colocada ni mucho
menos, yo no fumo ni bebo -otra risa por parte de Diego- Diego tío
no te rías porque es verdad, ¿me has visto a mi fumar alguna vez? O
preguntarle a quien queráis, mira que me da igual, yo no fumo y
punto. Que me creáis o no es vuestro problema -se abre la puerta y
entra Pattie, se ve que estoy gritando mucho, Justin le dice flojo
que estoy hablando con mis padres y le cuenta la conversación de
antes, ahora me mira con los ojos como platos.
-Mira hija...
No hay comentarios:
Publicar un comentario