RECORDAMOS
~DIN
DON~
¡Justin!
Justin, es lo primero que se me pasa por la cabeza, pero al abrir la
puerta, la cara se me pone de todos los colores, no puede ser.
-¿Qué...
qué... haces aquí? -trago saliva.
Título:
¡Llamad a una ambulancia!
-Tranquila,
solo quiero hablar contigo. -sonríe.
-No, de
eso nada, Fuera de aquí, Selena aquí no puedes estar, después de
todo. No te quiero ni para los chiros. -cierro la puerta, pero en ese
momento ella pone el pie.
-Cris,
por favor. -tiene cara de tristeza, ¿la dejo pasar? Parece estar
pasándolo mal. ¿¡Qué!? ¡De eso nada, agredió a un amigo y nos
amenazó de muerte! ¿¡Estamos locos!?
-No,
vete. -otro intento de cerrar la puerta no valido.
-He
hablado con Justin. -mi cara cambio, en ese momento abro la puerta y
la dejo pasar, esta mira la casa, le traerán malos recuerdos,
¿cuántas veces le pegue? ¿dos o tres? Ni me acuerdo, pues hoy no
está el horno para bollos, si le tengo que sellar le sello la cara,
se va con un recuerdo: “He visitado la casa de Cristina”
-¿Podemos
sentarnos? -interrumpe mis pensamientos.- Por favor. -suplica.
-Sí,
claro. Vamos al salón. -entro delante de ella, para recoger rápido
un poco, si es que yo no esperaba visitas.
-No,
tranquila. ¡Mi habitación está igual! -dice alegre.
-Ya,
pero es que no esperaba visita y como que no estaba de muy buen
humor... -digo mientras recojo un boll que tenía y lo llevo a la
cocina, después entro otra vez en el salón, Selena está sentada en
el sofá.
-Bueno,
lo primero, lo siento mucho. -me siento a su lado, esta se gira y
queda enfrente mía, me coge las manos, parece estar mal- De verdad,
soy idiota, una estúpida, imbécil...
-Bueno...
Ahora no sé si lo eres, pero antes lo fuístes un poco. -sin pelos
en la lengua, si señor.
-Y lo
reconozco, pero perdóname por favor. Es que, vale sé que os he
hecho mucho mal, y lo siento con todo mi corazón, pero es que...
-Selena,
te pasastes mucho.
-Y lo
sé. -solloza- Pero es que yo le amaba, bueno, le sigo queriendo pero
ya nada comparado con antes. Ahora solo me gustaría tener amistad,
con él, bueno y contigo.
-Vale,
no sé que decir. -estaba en un embarazoso momento, ¿qué hago? ¿le
perdono? ¿le digo que se vaya? ¿qué hago?
-No hace falta que hables, con que me perdones bastará.
-No hace falta que hables, con que me perdones bastará.
-Perdonar
no significa olvidar...
-Ya y
lo sé, pero por favor, todo eso lo hice porque le amaba, porque era
una estúpida, porque se me subió mucho la fama a la cabeza, de
verdad, te lo juro. Era tan egoísta que no podía evitar ver a
Justin con otra que no fuera yo. Y bueno, fue una muy mala época
para mí, pero he cambiado, todo esto me ha servido de escarmiento,
todo el mundo dice que he cambiado. Por favor, perdonadme podríamos
ser amigas. -una lágrima cae por su mejilla, se la limpio, la miro
con tristeza y termino abrazándola.
-Selena,
perdonar no significa olvidar, pero todo el mundo se merece una
segunda oportunidad. -le abrazo más fuerte y rompo a llorar- No sé
si es por la semana que llevo o porque me has emocionado y lo siento
yo también por pegarte y lo que te hice, no es algo de lo que debo
estar orgullosa. Lo siento yo también. -me separo de su abrazo, me
limpio una lágrima que cae por mi mejilla, ella llora pero sonríe.
-Demasiado
poco me hicistes. -sonríe.
-¿Sin
rencores?
-Sin
rencores. -me vuelve a abrazar- Lo siento de verdad.
-Yo
también. -lloro más. Me separo.- ¿Qué era lo que decías que has
hablado con Justin? -suelto de golpe.
-Ah,
bueno, era más bien una escusa para que me dejaras pasar. -sonríe
tímida.
-No
pasa nada, total, Justin ya no me quiere. -la miro triste, un
sollozo, un puchero, y vuelvo a llorar fuerte, me abraza.
-¿Qué
ya no te quiere? Pues no es eso lo que da a entender eh. -me
consuela.
-Pues
yo pienso que no me quiere, mañana me voy y en toda la semana lo he
visto una vez y paso de mí casi todo el rato y hoy no me coge el
teléfono, joder que me voy mañana, que hasta he tomado decisiones,
que me va a costar peleas con toda mi familia, que es por el. Y ni me
coge el teléfono. -digo entrecortada.
-Pero
será porque tiene mucho trabajo. Ya verás como dentro de poco te
llama. Estará grabando.
-¿Una
semana entera? ¡Ni que se hubiera encerrado en la discográfica!
-digo irónica.
-No sé,
mira, yo quiero que seamos amigas, ¿vale? -sonríe, esta no es la de
siempre, si al final será verdad que ha cambiado.
-Vale.
No me gusta mucho estar peleada con la gente, y me encantaría ser tu
amiga. -sonrío como puedo. Ella sin pensárselo dos veces me abraza.
-Bueno,
pues preparate que te invito a tomar café, no te quiero deprimida, y
si hoy es tu último día aquí no nos veremos en tiempo. -dice
decidida.
-No
estoy bien para salir, no tengo ganas.
-¡Venga
tonta, que lo pasaremos bien! -exclama. La miro apenada, pero... ¿Por
qué voy a estar mal mi último día de vacaciones en Canadá? ¡Si
Justin no va a dar señales de vida estoy harta de llorar, el sabrá!
-Está
bien, si Justin se va a comportar así conmigo no merece que yo
llore.
-¡Pues
venga preparate!
(...)
-¿Qué
me pongo? -observo el armario.
-Pues...
no sé, a ver. -mira mi armario. Saca un conjunto- Ponte este.
-¿Con
tacones? Bueno sí, porque tu los llevas bien altos. -le miro y
reímos.
Me
pongo esto:
-Vas
muy guapa. -sonríe.
-Pues
anda que tú. -sonrío.
Selena
iba así vestida:
(…)
-Mira
quien viene por ahí. -hace un gesto con la cabeza señalando la
puerta, bebe de su frappuccino, si, estamos en un Starbucks, los
mejores cafés del mundo. Me giro, y … ¡sorpresa!
-¿Eres
tú? -le miro de arriba a abajo.
-No,
soy un espíritu. -dice irónico, sonríe y me besa, beso que yo no
sigo, me giro y miro a Selena, seguido bebo otro sorbo de mi café.
Otro sorbo, termino el café.- ¿Qué te pasa?
-¿A
mí? No nada, que ahora voy a desaparecer yo, mira: abracadabra pata
de cabra, Justin te queda solo, chim pum. -doy una palmada y me
levanto, Selena me sigue, lleva su café en la mano, no la he dejado
ni terminar a la pobre, pero estoy cabreada con Justin, ahora aparece
como si nada. ¡Manda huevos el tío!
-¿Qué
pasa tía? -se acerca medio corriendo Selena, voy a paso ligero.
-Que
estoy harta. -me paro en seco- Joder, ¿por qué?
-¿Por
qué, qué?
-¿Por
qué hace lo que le da la gana? Joder, y ahora viene como si nada,
una semana pasando de mi, ignorando mis llamadas, mis mensajes, mis
menciones en twitter y ahora como si nada. Pues no. Yo no soy el
juguete de nadie. -empiezo a andar con decisión.
-Tía,
dejadle hablar, dejadle que se explique, como me has dejado a mi
antes. -me agarra del brazo.
-Y que
me diga: he estado muy ocupado mi vida -digo con voz burlona y
haciendo tonterías con las manos- y luego me besa, y bueno pues
continuará.... Estamos en horario infantil -reímos con esto
último.- Como siempre.
-Mira,
por ahí lo traes, dejadle hablar anda. -mira al frente, me giro y lo
veo acercarse corriendo, suspiro, Selena se sienta en el banco.
-¿Eres
mi público? -pregunto divertida.
-Sí.
-da un sorbo a su café.
-Te
faltan las pipas.
-¡Cris!
-grita- ¡Cris! -se dobla sobre si mismo y respira agitado, se ha
pegado una buena carrera.
-¿Qué?
-Lo
primero es que si no llego a aparecer yo os vais sin pagar. -Selena
carcajea.
-Si no
hubieras aparecido si hubiéramos pagado porque directamente no me
habría ido. -río victoriosa.
-¿Por
qué? -me mira serio.
-¿Qué
por qué? No sé, dimelo tú. -me cruzo de brazos.
-¿Qué
quieres que te diga? -sonríe pícaro y me mira de arriba a abajo.-
Estás muy guapa.
-Adiós.
-pongo los ojos en blanco y me giro, empiezo a caminar pero me
agarra del brazo.
-Espeeeeeeeera.
-me gira y me besa, en un principio no le sigo el beso, pero al final
termino cediendo.- Perdona, ¿vale? He estado muy liado.
-Siempre
estás liado, ¿las veinticuatro horas del día durante siete días?
No te lo crees ni tu Justin. ¿Estás con otra? -siento escozor en
los ojos, veo borroso, una lágrima cae por mi mejilla, Justin
rápidamente me limpia la lágrima.
-Venid,
vámonos de aquí. -se levanta Selena- Hay cámaras.
-Sí,
mejor.
-¿A
dónde vamos? ¿A tu casa Cris? -pregunta Selena.
-Sí,
tengo que terminar las maletas.
-Pero
no decías que...
-Nada,
no decía nada. Me voy. -digo bordemente. Antes mientras nos
preparábamos le conté a Selena mi idea de querer estudiar aquí,
de que mis padres no me dejaban pero haría todo lo posible. Pero si
es cierto que Justin está con otra, si no me ha contestado será por
algo. Me vuelvo.
-Pero
tía...
-Que
no, vamos. -me pongo el camino, me da igual, me duele. Pero, ¿por
qué no me lo ha negado? ¿Por qué no a dicho que no hay otra? ¿Por
qué? Quizá no ha podido contestar porque ha hablado Selena. Pero si
lo hubiera querido decir lo habría dicho.
Llegamos
a casa, bueno, a mi antigua casa, bueno tampoco es mía, un premio,
un simple premio, bonito mientras duró. Aún recuerdo los primeros
días de vacaciones, cuando iba detrás de aquel chico... Javier, sí,
el mismo que me trajo tantos problemas con Justin. El chico de la
carta que nunca conteste. Abro la puerta, una de las últimas veces
que las abriré, dejo las llaves en la mesita de la entrada, me miro
en el espejo, que espanto por dios, nunca me gustó ese espejo, en
forma de sol.
-Odio
este espejo. -digo para mi misma.
-Es
feo. -carcajea Selena.
-Se
queda corto. -subraya Justin.
-Espera.
-lo cojo, el cristal se cae para a delante pero rápidamente lo
paro.- Joder, ya lo que me faltaba que hubieran sido otros siete años
más de mala suerte. -lo dejo con cuidado y cojo el marco que tiene
tan feo.
-¿Qué
vas a hacer? -antes de que termine de contestar ya lo he estrellado
en el suelo, se rompe en dos, lo piso, lo vuelto a pisar, lo cojo lo
estampo contra las escaleras.
-¡Feo
que eres feo! ¡Horrendo! -le grito, ¿qué hago? Ni idea.
-Para
anda. -me coge del brazo Justin.- La casa no es tuya, te recuerdo.
-Me
importa una mierda, no estoy de humor. ¿Qué quiero romper esto?
-cojo un jarrón- ¡Lo rompo!- Lo tiro al suelo, Selena me mira
incrédula.
-¡Cristina
para! ¡Te costará pagarlo! -Justin me quita rápido de las manos
otro jarrón que he cogido.
-¡Qué
más da! -Exclamo. Jarrón contra el suelo, esta vez se moja por el
agua que tenía dentro y las flores.- ¡Ahora la vajilla! ¡A la
mierda todo! -grito en español, ellos me miran desconcentrados.
-¿Qué?
-preguntan a la vez.
-¡Que
no va a quedar ni un puto objeto sin romper en esta puta casa que
solo me ha traído desgracias! -grito y me voy derecha a la cocina,
empiezo con un vaso que hay en la mesa, a la mierda, después un
plato, otro, otro.- Ahora.... -pienso- ¡Voy a quemar todo! -río
maléfica. Me empieza a faltar el aire, me llevo la mano al pecho,
noto presión, me mareo, me acerco a la silla como puedo.- Me mareo.
-¡Cristina!
-exclama Justin que me miraba atónico, corre hacia mí, Selena
detrás- ¿Qué te pasa? ¿Llamo a un médico? ¿Estás bien? ¿Qué
hago? -mi cabeza iba a explotar, preguntas, preguntas, algunas
parecían sin sentido.
-¡A
ver Justin tranquilizate! -Selena se pone agachada a mi altura ya que
estoy sentada, apoyada en la mesa, noto mucha presión, un mareo muy
grande, mucho dolor de cabeza. ¿Qué me pasa?
-¡No
me vas a decir tu a mi que hacer! ¡Vamos, faltaría más después de
todo! -exclama furioso y de los nervios.
-Justin...
haz caso -digo como puedo, me duele mucho la cabeza, estoy muy
mareada y noto mucha presión en el pecho.
Justin
hace caso, Selena le mira, algo triste, que haya arreglado las cosas
con Cris no significa que con Justin si, deberá intentarlo, aunque
duda que merezca su perdón, de todos modos Cristina me lo dio.
-A ver,
Cris cariño. -me levanta la cabeza con cuidado.- Tranquila, ¿vale?
Esto es un ataque de nervios, tranquilizate porque te puede dar algo.
A mí ya me pasó un par de veces, tranquila, ¿vale? -acaricia mi
pelo, hago caso intento tranquilizarme, pero esto de ser asmática no
facilita mucho, me pongo más nerviosa y cada vez me cuesta más
respirar.
-Selena,
necesito un médico, soy asmática. -respiro muy rápido, necesito mi
(vale, serio problema: no me acuerdo de como es lo que yo me echo
para el asma -.- así que echarle imaginación, creo que era.. ni
idea, era una mascarilla con un fli fli de esos)
-Vale,
¿dónde lo tienes? -pregunta con dulzura, Justin me mira atónico.
-En
España, hace años que no lo necesito, pero no sé, es que la
presión en el pecho y los mareos no tienen que ver con eso. La
respiración agitada si puede ser de eso, pero creo que no tiene nada
que ver con el asma. Tengo que ir al médico. -digo entrecortada y
respirando muy agitada.
-Vale,
vayamos al médico, pero hasta que no te tranquilices y respires bien
no, porque te puede dar algo. Vamos al salón.
-No
puedo.
-Sí,
sí puedes. -me ayuda a levantarme, pero me siento de momento.
-Selena
no puedo, me fallan las piernas, me mareo. -apoyo la cabeza en la
mesa, nunca me había pasado esto.
-Dejadme
a mi. -Justin a parta a Selena y se agacha ahora el a mi altura.-
Cris, ¿llamo a un médico?
-Justin
cada vez la presión es más fuerte. -levanto la cabeza de golpe, un
mareo me gira todo, no puedo evitar girar la cabeza de un lado a
otro, esta sensación es muy fuerte, no puedo evitarlo me apoyo en
Justin todo me da vueltas, la presión cada vez es más fuerte, no
puedo estar así. Me levanto. Intento fallido. Caigo al suelo, cada
vez es peor. La respiración más alterada, más presión y peor me
siento, ¿por qué me pasa esto?
-¡Cristina!
-gritan los dos, Justin me coge en peso, pierdo el conocimiento, lo
último que vi fue a Selena llamando por teléfono.
-Narra
Justin.
-¡Llama
a un ambulancia! -grito, estoy llorando como un niño chico. No puedo
evitarlo.
-Ya he
llamado.
-¡Pues
a otro pero que venga ya!
-Tranquilo,
de los nervios no vas a arreglar nada. Tranquilizate. -acaricia mi
hombro, pero siento tanto asco por ella que me aparto de un brusco
movimiento.- ¿Qué haces aquí? -pregunto seco, miro a Cristina,
estando como está sigue siendo preciosa, acaricio su mejilla,
escucho a Selena respirar hondo.
-He
venido a disculparme.
-Pues
ya te puedes ir.
-Pues
no.
-¿Cómo
que no? -la miro desafiante.
-Como
que no.
-No te
quiero ver, ¡vete!
-Me
verás más a menudo, Cris me ha perdonado, somos amigas.
-¿Qué
Cris, qué? -los ojos se me salen de sus órbitas, dejo de llorar por
un momento, pero vuelvo a mirarla y verla así no puedo evitarlo
termino derrumbándome.
-Justin,
no es el momento, pero -vuelve a colocar su mano en mi hombro- ella
me ha perdonado, le he explicado todo, te lo explicaré con mucho
gusto, pero no es mucho, todo lo que hice fue una gran tontería, te
amaba, te amaba y mucho. -sonrío irónico- No te rías, es la verdad
joder. Todo lo hice porque pensé que así volverías conmigo,
pensaba que me querías tanto como yo a ti. Todo lo que hice fue una
gran gilipollez, me pasé muchísimo y lo siento, enserio. Ya he
pagado muchísimo por ello, aunque no lo creas, han pasado muchas
cosas en mi vida. -solloza- Yo... Yo lo siento mucho Justin, siento
mucho todo lo que hice, estaba ciega, ciega de amor. Era tan egoísta
que hasta mi novio solo lo quería para mí, pero he cambiado, he
cambiado mucho. Por favor, perdonadme, ahora soy otra persona, soy
una nueva Selena, he madurado mucho. Lo siento. -me giro, está hecha
un mar de lágrimas, no sé si es por como estoy de ver a Cristina
así o que es muy buena actriz que me lo he creído todo, le abrazo,
ella rompe a llorar, me separo de ella- Lo siento, de verdad. -dice
cabizbajo.
-Toda
persona merece una segunda oportunidad. -sonríe, pero al escuchar el
timbre sale corriendo a abrir.
-Narra
Selena.
-¿¡Qué
haces tú aquí!? -exclama Eva de los nervios, Ryan viene detrás,
trae una caja de cerveza y varias bolsas con comida.
-Pasad.
-me aparto de la puerta.
-¿Qué
pasemos? ¡Vete de aquí ahora mismo! -Ryan deja las cosas en la
entrada y Eva me señala la puerta, cierro la puerta y sin hacerles
caso me voy al comedor, tras voces de ellos dos detrás mía entro al
comedor cabizbaja.
-¡Eres
una puta zorra! -grita Eva.
-¿¡Te
quieres callar de un puta vez!? -me giro con lágrimas en los ojos.-
¡Mira como está Cristina! -grito, señalo al sofá, Justin nos mira
con lágrimas también en los ojos, Cris está apoyada en su regazo.
-¡Cristina!
-se acerca y la empieza a mover de un lado para otro.
-¡Estate
quieta! -gritamos Justin y yo a la vez.
-¡Puede
ser peor! -grito. Otra vez el timbre, corro a abrir, es los de la
ambulancia, les dejo paso para que entren, Justin le grita donde
tienen que ir, cogen a Cris con delicadeza y la colocan en la
camilla, le colocan unas cuantas cosas, le miran el pulso.
-Vamos,
tenemos que llevárnosla. -dice el que parece ser el médico.
-Sí,
¿quién la acompañará?
-Yo.
-dice Justin de momento.
-¿Puedo
ir yo? -pregunta Eva.
-Lo
siento, solo un acompañante por enfermo, pero podéis ir en otro
coche.
-Vale,
iremos en el mío. ¿A qué hospital vais? -pregunto mientras voy
medio corriendo detrás de ellos hasta la ambulancia.
-Al
_____ _____ -cierra la puerta, Justin se despide, miles de
fotógrafos no paran de echar fotos y preguntar, pero como si no
estuvieran. Entro corriendo a la casa, cojo mis cosas, cojo el bolso
de Cris.
-¿Qué
haces con su monedero? -pregunta cabreada Eva.
-Coger
su D.N.I y la tarjeta del médico, aunque aquí no servirá esta
tarjeta. -La miro. Que raro, aquí no hay de esto- Aquí no hay
seguridad social, solo médicos privados y hospitales, pero hay que
pagarlos, que suerte tenéis. -meto todo en su bolso, me aseguro de
que lleve también su móvil, cojo mis cosas y espero a Eva que está
buscando como loca sus llaves.
-Pues
manda huevos, o sea, que ahora tendremos que paga por encima ponerse
mala? Pueden ir a la mierda. -dice en un tono muy cabreado mientras
busca como loca las llaves.- ¿¡Dónde huevos están las llaves!?
-grita.
-¡Ahí
hay unas! -las coge Ryan.
-Son
las de Cris, bueno da igual. ¡Vamonos! -sale y cierra la puerta, voy
hacia mi coche, abro la puerta y entro, espero a que suban, ¿por qué
no suben? Como si no supieras la respuesta Selena.
-¡Vamos!
-abro la ventana y grito.
-¿Contigo?
¡Ni hablar! -grita Eva.
-A pues
si prefieres ir andando, bien por ti. -acelero un poco.
-Mira
Eva, no es el mejor momento para que peléis, es nuestra amiga, si
quisiera estrellarnos o algo con el coche no iría ella. -razona
Ryan.
-Está
bien... -termina cediendo Eva y suben rápido, antes de que cierren
las puertas ya estoy arrancando. Eva de copiloto y Ryan atrás.
-¡Que
asco tanta cámara, joder! -Eva mira cabreada a las cámaras, pero
mis cristales son tintados, no se ve nada.
-Es lo
que tiene la fama. Y más si eres novia de Justin Bieber. -un
semáforo en ámbar, está apunto de ponerse rojo, acelero, y consigo
pasarlo, aunque después de algunos pitos por parte de otros
conductores e insultos que gritan con las ventanas bajadas, hago
oídos sordos y acelero más, solo se puede ir a 80, yo voy a 140,
menuda multa me va a caer.
-Afloja
un poco, ¿no? -reniega Eva.
-No.
-seca. Acelero más, 180.
-¡Te
van a multar, Cris ya está en el hospital tranquila, afloja! -grita
Ryan que ve como algunos coches nos pitan.
-De eso
nada.
-¿¡Pues
que es lo que tiene Cristina para que vayas así!? -grita Eva, está
llorando.
-¿No
lo entiendes?
-¡Joder,
pues no! ¡Yo no sé lo que le ha pasado!
-No sé
si será, pero por como contaba que le pasaba, fue un infarto. ¡Y
eso no es nada normal en una chica de 16 años! -golpeo el volante.
-¿No?
-pregunta Ryan desde atrás con la voz apagada, Eva me mira con los
ojos como platos.
-No.
-Cuentame
que pasó por favor. -dice Eva.
-Pues...
-le cuento todo.-
-¡Que
tía...! -exclama Ryan.
-Esto
es serio.
-Ya, lo
digo por todo lo que ha roto.
-Selena
-ignora el comentario de su novio- también puede ser un ataque de
nervios.
-Y lo
sé, eso es lo que he pensado hasta ahora, pero no sé, es que no
encaja los mareos, yo pasé por dos ataques de nervios cuando pasó
lo que pasó entre nosotros, y serios. Gracias a dios de que
estábamos una vez de ellas en familia y mi tío es médico, me
ayudo, me tranquilizó y después fuimos a el hospital donde
trabajaba una vez ya tranquilizada. Lo intenté hacer con Cristina,
pero al tener asma, al ser asmática se asustaba más y su
respiración se agitaba más y era imposible.
-Gracias
por intentar ayudarla.
-No las
des.
-¿Y la
segunda vez que te pasó? -dice Ryan desde atrás.
-Estaba
con mi madre en mi casa, cuando me llegó la denuncia. Y como ya me
pasó mi madre sabía que tenía que hacer, me tranquilicé como
pude, pero esta vez era más fuerte y como mis cristales son tintados
y tal, mi madre conducía, que menudo espectáculo conduciendo.
-sonrío inconscientemente.- Y bueno, ser famosa tiene sus
prioridades, entre por donde las ambulancias y el hospital no lo hizo
público, por eso nadie conoce eso de mi.
-Vaya...
¿Pero estás bien no? -Miro a Eva, rápido antes de volver la mirada
a la carretera, está mirando por el cristal.
-Sí.
-Me
alegro. -iba a responder pero otro pito por parte de otro vehículo.
-¡Te
van a meter una multa que ya verás! -grita Ryan.
-Joder...
-susurro- Dale mi bolso a Eva, está ahí detrás a tu lado, junto al
de Cristina. El morado- Hace caso a lo que le digo y Eva coge el
bolso extrañada.
-¿Qué
hago con el?
-Saca
un pañuelo.
-¡Sin
mocos! -exclama divertido Ryan.
-No es
momento para tonterías. -decimos Eva y yo a la vez.
-Sorry.
-Vale,
¿ahora qué?
-Abre
la ventana un poco. Lo justo para que pueda salir tu mano y no se nos
vea. -extrañada hace caso a mis instrucciones.
-Vale,
¿ahora qué?
-Muévelo
con cuidado de que no se te caiga. -acelero, pito varias veces
seguidas a cada diez metros que avanzo.
-¡Se
apartan! -exclama Ryan incrédulo.
-¡Bien!
¿Una fiesta? -pregunto irónica.
-¡Esto
lo vi una vez en una película! -ríe Eva.
-¿Nunca
habías visto hacerlo a nadie?
-Pues
no, pero esto ya se hace muy poco.
-Ya,
pero es que no deberíamos hacerlo tampoco, porque no llevamos
heridos, pero bueno. -termino riendo.- Somos la hostia. -ríen.
-Vamos
a llegar hasta antes que ellos y todo.
Bueno,
este es uno de los últimos capítulos ya. Los siguientes el la
anterior página :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario