martes, 1 de mayo de 2012

26 *Todo un sueño hecho realidad*


RECORDAMOS

~DIN DON~
¡Justin! Justin, es lo primero que se me pasa por la cabeza, pero al abrir la puerta, la cara se me pone de todos los colores, no puede ser.

-¿Qué... qué... haces aquí? -trago saliva.

Título: ¡Llamad a una ambulancia!

-Tranquila, solo quiero hablar contigo. -sonríe.
-No, de eso nada, Fuera de aquí, Selena aquí no puedes estar, después de todo. No te quiero ni para los chiros. -cierro la puerta, pero en ese momento ella pone el pie.
-Cris, por favor. -tiene cara de tristeza, ¿la dejo pasar? Parece estar pasándolo mal. ¿¡Qué!? ¡De eso nada, agredió a un amigo y nos amenazó de muerte! ¿¡Estamos locos!?
-No, vete. -otro intento de cerrar la puerta no valido.
-He hablado con Justin. -mi cara cambio, en ese momento abro la puerta y la dejo pasar, esta mira la casa, le traerán malos recuerdos, ¿cuántas veces le pegue? ¿dos o tres? Ni me acuerdo, pues hoy no está el horno para bollos, si le tengo que sellar le sello la cara, se va con un recuerdo: “He visitado la casa de Cristina”
-¿Podemos sentarnos? -interrumpe mis pensamientos.- Por favor. -suplica.
-Sí, claro. Vamos al salón. -entro delante de ella, para recoger rápido un poco, si es que yo no esperaba visitas.
-No, tranquila. ¡Mi habitación está igual! -dice alegre.
-Ya, pero es que no esperaba visita y como que no estaba de muy buen humor... -digo mientras recojo un boll que tenía y lo llevo a la cocina, después entro otra vez en el salón, Selena está sentada en el sofá.
-Bueno, lo primero, lo siento mucho. -me siento a su lado, esta se gira y queda enfrente mía, me coge las manos, parece estar mal- De verdad, soy idiota, una estúpida, imbécil...
-Bueno... Ahora no sé si lo eres, pero antes lo fuístes un poco. -sin pelos en la lengua, si señor.
-Y lo reconozco, pero perdóname por favor. Es que, vale sé que os he hecho mucho mal, y lo siento con todo mi corazón, pero es que...
-Selena, te pasastes mucho.
-Y lo sé. -solloza- Pero es que yo le amaba, bueno, le sigo queriendo pero ya nada comparado con antes. Ahora solo me gustaría tener amistad, con él, bueno y contigo.
-Vale, no sé que decir. -estaba en un embarazoso momento, ¿qué hago? ¿le perdono? ¿le digo que se vaya? ¿qué hago?
-No hace falta que hables, con que me perdones bastará.
-Perdonar no significa olvidar...
-Ya y lo sé, pero por favor, todo eso lo hice porque le amaba, porque era una estúpida, porque se me subió mucho la fama a la cabeza, de verdad, te lo juro. Era tan egoísta que no podía evitar ver a Justin con otra que no fuera yo. Y bueno, fue una muy mala época para mí, pero he cambiado, todo esto me ha servido de escarmiento, todo el mundo dice que he cambiado. Por favor, perdonadme podríamos ser amigas. -una lágrima cae por su mejilla, se la limpio, la miro con tristeza y termino abrazándola.
-Selena, perdonar no significa olvidar, pero todo el mundo se merece una segunda oportunidad. -le abrazo más fuerte y rompo a llorar- No sé si es por la semana que llevo o porque me has emocionado y lo siento yo también por pegarte y lo que te hice, no es algo de lo que debo estar orgullosa. Lo siento yo también. -me separo de su abrazo, me limpio una lágrima que cae por mi mejilla, ella llora pero sonríe.
-Demasiado poco me hicistes. -sonríe.
-¿Sin rencores?
-Sin rencores. -me vuelve a abrazar- Lo siento de verdad.
-Yo también. -lloro más. Me separo.- ¿Qué era lo que decías que has hablado con Justin? -suelto de golpe.
-Ah, bueno, era más bien una escusa para que me dejaras pasar. -sonríe tímida.
-No pasa nada, total, Justin ya no me quiere. -la miro triste, un sollozo, un puchero, y vuelvo a llorar fuerte, me abraza.
-¿Qué ya no te quiere? Pues no es eso lo que da a entender eh. -me consuela.
-Pues yo pienso que no me quiere, mañana me voy y en toda la semana lo he visto una vez y paso de mí casi todo el rato y hoy no me coge el teléfono, joder que me voy mañana, que hasta he tomado decisiones, que me va a costar peleas con toda mi familia, que es por el. Y ni me coge el teléfono. -digo entrecortada.
-Pero será porque tiene mucho trabajo. Ya verás como dentro de poco te llama. Estará grabando.
-¿Una semana entera? ¡Ni que se hubiera encerrado en la discográfica! -digo irónica.
-No sé, mira, yo quiero que seamos amigas, ¿vale? -sonríe, esta no es la de siempre, si al final será verdad que ha cambiado.
-Vale. No me gusta mucho estar peleada con la gente, y me encantaría ser tu amiga. -sonrío como puedo. Ella sin pensárselo dos veces me abraza.
-Bueno, pues preparate que te invito a tomar café, no te quiero deprimida, y si hoy es tu último día aquí no nos veremos en tiempo. -dice decidida.
-No estoy bien para salir, no tengo ganas.
-¡Venga tonta, que lo pasaremos bien! -exclama. La miro apenada, pero... ¿Por qué voy a estar mal mi último día de vacaciones en Canadá? ¡Si Justin no va a dar señales de vida estoy harta de llorar, el sabrá!
-Está bien, si Justin se va a comportar así conmigo no merece que yo llore.
-¡Pues venga preparate!

(...)

-¿Qué me pongo? -observo el armario.
-Pues... no sé, a ver. -mira mi armario. Saca un conjunto- Ponte este.
-¿Con tacones? Bueno sí, porque tu los llevas bien altos. -le miro y reímos.

Me pongo esto:










-Vas muy guapa. -sonríe.
-Pues anda que tú. -sonrío.
Selena iba así vestida:








(…)

-Mira quien viene por ahí. -hace un gesto con la cabeza señalando la puerta, bebe de su frappuccino, si, estamos en un Starbucks, los mejores cafés del mundo. Me giro, y … ¡sorpresa!
-¿Eres tú? -le miro de arriba a abajo.
-No, soy un espíritu. -dice irónico, sonríe y me besa, beso que yo no sigo, me giro y miro a Selena, seguido bebo otro sorbo de mi café. Otro sorbo, termino el café.- ¿Qué te pasa?
-¿A mí? No nada, que ahora voy a desaparecer yo, mira: abracadabra pata de cabra, Justin te queda solo, chim pum. -doy una palmada y me levanto, Selena me sigue, lleva su café en la mano, no la he dejado ni terminar a la pobre, pero estoy cabreada con Justin, ahora aparece como si nada. ¡Manda huevos el tío!
-¿Qué pasa tía? -se acerca medio corriendo Selena, voy a paso ligero.
-Que estoy harta. -me paro en seco- Joder, ¿por qué?
-¿Por qué, qué?
-¿Por qué hace lo que le da la gana? Joder, y ahora viene como si nada, una semana pasando de mi, ignorando mis llamadas, mis mensajes, mis menciones en twitter y ahora como si nada. Pues no. Yo no soy el juguete de nadie. -empiezo a andar con decisión.
-Tía, dejadle hablar, dejadle que se explique, como me has dejado a mi antes. -me agarra del brazo.
-Y que me diga: he estado muy ocupado mi vida -digo con voz burlona y haciendo tonterías con las manos- y luego me besa, y bueno pues continuará.... Estamos en horario infantil -reímos con esto último.- Como siempre.
-Mira, por ahí lo traes, dejadle hablar anda. -mira al frente, me giro y lo veo acercarse corriendo, suspiro, Selena se sienta en el banco.
-¿Eres mi público? -pregunto divertida.
-Sí. -da un sorbo a su café.
-Te faltan las pipas.
-¡Cris! -grita- ¡Cris! -se dobla sobre si mismo y respira agitado, se ha pegado una buena carrera.
-¿Qué?
-Lo primero es que si no llego a aparecer yo os vais sin pagar. -Selena carcajea.
-Si no hubieras aparecido si hubiéramos pagado porque directamente no me habría ido. -río victoriosa.
-¿Por qué? -me mira serio.
-¿Qué por qué? No sé, dimelo tú. -me cruzo de brazos.
-¿Qué quieres que te diga? -sonríe pícaro y me mira de arriba a abajo.- Estás muy guapa.
-Adiós. -pongo los ojos en blanco y me giro, empiezo a caminar pero me agarra del brazo.
-Espeeeeeeeera. -me gira y me besa, en un principio no le sigo el beso, pero al final termino cediendo.- Perdona, ¿vale? He estado muy liado.
-Siempre estás liado, ¿las veinticuatro horas del día durante siete días? No te lo crees ni tu Justin. ¿Estás con otra? -siento escozor en los ojos, veo borroso, una lágrima cae por mi mejilla, Justin rápidamente me limpia la lágrima.
-Venid, vámonos de aquí. -se levanta Selena- Hay cámaras.
-Sí, mejor.
-¿A dónde vamos? ¿A tu casa Cris? -pregunta Selena.
-Sí, tengo que terminar las maletas.
-Pero no decías que...
-Nada, no decía nada. Me voy. -digo bordemente. Antes mientras nos preparábamos le conté a Selena mi idea de querer estudiar aquí, de que mis padres no me dejaban pero haría todo lo posible. Pero si es cierto que Justin está con otra, si no me ha contestado será por algo. Me vuelvo.
-Pero tía...
-Que no, vamos. -me pongo el camino, me da igual, me duele. Pero, ¿por qué no me lo ha negado? ¿Por qué no a dicho que no hay otra? ¿Por qué? Quizá no ha podido contestar porque ha hablado Selena. Pero si lo hubiera querido decir lo habría dicho.
Llegamos a casa, bueno, a mi antigua casa, bueno tampoco es mía, un premio, un simple premio, bonito mientras duró. Aún recuerdo los primeros días de vacaciones, cuando iba detrás de aquel chico... Javier, sí, el mismo que me trajo tantos problemas con Justin. El chico de la carta que nunca conteste. Abro la puerta, una de las últimas veces que las abriré, dejo las llaves en la mesita de la entrada, me miro en el espejo, que espanto por dios, nunca me gustó ese espejo, en forma de sol.
-Odio este espejo. -digo para mi misma.
-Es feo. -carcajea Selena.
-Se queda corto. -subraya Justin.
-Espera. -lo cojo, el cristal se cae para a delante pero rápidamente lo paro.- Joder, ya lo que me faltaba que hubieran sido otros siete años más de mala suerte. -lo dejo con cuidado y cojo el marco que tiene tan feo.
-¿Qué vas a hacer? -antes de que termine de contestar ya lo he estrellado en el suelo, se rompe en dos, lo piso, lo vuelto a pisar, lo cojo lo estampo contra las escaleras.
-¡Feo que eres feo! ¡Horrendo! -le grito, ¿qué hago? Ni idea.
-Para anda. -me coge del brazo Justin.- La casa no es tuya, te recuerdo.
-Me importa una mierda, no estoy de humor. ¿Qué quiero romper esto? -cojo un jarrón- ¡Lo rompo!- Lo tiro al suelo, Selena me mira incrédula.
-¡Cristina para! ¡Te costará pagarlo! -Justin me quita rápido de las manos otro jarrón que he cogido.
-¡Qué más da! -Exclamo. Jarrón contra el suelo, esta vez se moja por el agua que tenía dentro y las flores.- ¡Ahora la vajilla! ¡A la mierda todo! -grito en español, ellos me miran desconcentrados.
-¿Qué? -preguntan a la vez.
-¡Que no va a quedar ni un puto objeto sin romper en esta puta casa que solo me ha traído desgracias! -grito y me voy derecha a la cocina, empiezo con un vaso que hay en la mesa, a la mierda, después un plato, otro, otro.- Ahora.... -pienso- ¡Voy a quemar todo! -río maléfica. Me empieza a faltar el aire, me llevo la mano al pecho, noto presión, me mareo, me acerco a la silla como puedo.- Me mareo.
-¡Cristina! -exclama Justin que me miraba atónico, corre hacia mí, Selena detrás- ¿Qué te pasa? ¿Llamo a un médico? ¿Estás bien? ¿Qué hago? -mi cabeza iba a explotar, preguntas, preguntas, algunas parecían sin sentido.
-¡A ver Justin tranquilizate! -Selena se pone agachada a mi altura ya que estoy sentada, apoyada en la mesa, noto mucha presión, un mareo muy grande, mucho dolor de cabeza. ¿Qué me pasa?
-¡No me vas a decir tu a mi que hacer! ¡Vamos, faltaría más después de todo! -exclama furioso y de los nervios.
-Justin... haz caso -digo como puedo, me duele mucho la cabeza, estoy muy mareada y noto mucha presión en el pecho.
Justin hace caso, Selena le mira, algo triste, que haya arreglado las cosas con Cris no significa que con Justin si, deberá intentarlo, aunque duda que merezca su perdón, de todos modos Cristina me lo dio.
-A ver, Cris cariño. -me levanta la cabeza con cuidado.- Tranquila, ¿vale? Esto es un ataque de nervios, tranquilizate porque te puede dar algo. A mí ya me pasó un par de veces, tranquila, ¿vale? -acaricia mi pelo, hago caso intento tranquilizarme, pero esto de ser asmática no facilita mucho, me pongo más nerviosa y cada vez me cuesta más respirar.
-Selena, necesito un médico, soy asmática. -respiro muy rápido, necesito mi (vale, serio problema: no me acuerdo de como es lo que yo me echo para el asma -.- así que echarle imaginación, creo que era.. ni idea, era una mascarilla con un fli fli de esos)
-Vale, ¿dónde lo tienes? -pregunta con dulzura, Justin me mira atónico.
-En España, hace años que no lo necesito, pero no sé, es que la presión en el pecho y los mareos no tienen que ver con eso. La respiración agitada si puede ser de eso, pero creo que no tiene nada que ver con el asma. Tengo que ir al médico. -digo entrecortada y respirando muy agitada.
-Vale, vayamos al médico, pero hasta que no te tranquilices y respires bien no, porque te puede dar algo. Vamos al salón.
-No puedo.
-Sí, sí puedes. -me ayuda a levantarme, pero me siento de momento.
-Selena no puedo, me fallan las piernas, me mareo. -apoyo la cabeza en la mesa, nunca me había pasado esto.
-Dejadme a mi. -Justin a parta a Selena y se agacha ahora el a mi altura.- Cris, ¿llamo a un médico?
-Justin cada vez la presión es más fuerte. -levanto la cabeza de golpe, un mareo me gira todo, no puedo evitar girar la cabeza de un lado a otro, esta sensación es muy fuerte, no puedo evitarlo me apoyo en Justin todo me da vueltas, la presión cada vez es más fuerte, no puedo estar así. Me levanto. Intento fallido. Caigo al suelo, cada vez es peor. La respiración más alterada, más presión y peor me siento, ¿por qué me pasa esto?
-¡Cristina! -gritan los dos, Justin me coge en peso, pierdo el conocimiento, lo último que vi fue a Selena llamando por teléfono.

-Narra Justin.


-¡Llama a un ambulancia! -grito, estoy llorando como un niño chico. No puedo evitarlo.
-Ya he llamado.
-¡Pues a otro pero que venga ya!
-Tranquilo, de los nervios no vas a arreglar nada. Tranquilizate. -acaricia mi hombro, pero siento tanto asco por ella que me aparto de un brusco movimiento.- ¿Qué haces aquí? -pregunto seco, miro a Cristina, estando como está sigue siendo preciosa, acaricio su mejilla, escucho a Selena respirar hondo.
-He venido a disculparme.
-Pues ya te puedes ir.
-Pues no.
-¿Cómo que no? -la miro desafiante.
-Como que no.
-No te quiero ver, ¡vete!
-Me verás más a menudo, Cris me ha perdonado, somos amigas.
-¿Qué Cris, qué? -los ojos se me salen de sus órbitas, dejo de llorar por un momento, pero vuelvo a mirarla y verla así no puedo evitarlo termino derrumbándome.
-Justin, no es el momento, pero -vuelve a colocar su mano en mi hombro- ella me ha perdonado, le he explicado todo, te lo explicaré con mucho gusto, pero no es mucho, todo lo que hice fue una gran tontería, te amaba, te amaba y mucho. -sonrío irónico- No te rías, es la verdad joder. Todo lo hice porque pensé que así volverías conmigo, pensaba que me querías tanto como yo a ti. Todo lo que hice fue una gran gilipollez, me pasé muchísimo y lo siento, enserio. Ya he pagado muchísimo por ello, aunque no lo creas, han pasado muchas cosas en mi vida. -solloza- Yo... Yo lo siento mucho Justin, siento mucho todo lo que hice, estaba ciega, ciega de amor. Era tan egoísta que hasta mi novio solo lo quería para mí, pero he cambiado, he cambiado mucho. Por favor, perdonadme, ahora soy otra persona, soy una nueva Selena, he madurado mucho. Lo siento. -me giro, está hecha un mar de lágrimas, no sé si es por como estoy de ver a Cristina así o que es muy buena actriz que me lo he creído todo, le abrazo, ella rompe a llorar, me separo de ella- Lo siento, de verdad. -dice cabizbajo.
-Toda persona merece una segunda oportunidad. -sonríe, pero al escuchar el timbre sale corriendo a abrir.

-Narra Selena.

-¿¡Qué haces tú aquí!? -exclama Eva de los nervios, Ryan viene detrás, trae una caja de cerveza y varias bolsas con comida.
-Pasad. -me aparto de la puerta.
-¿Qué pasemos? ¡Vete de aquí ahora mismo! -Ryan deja las cosas en la entrada y Eva me señala la puerta, cierro la puerta y sin hacerles caso me voy al comedor, tras voces de ellos dos detrás mía entro al comedor cabizbaja.
-¡Eres una puta zorra! -grita Eva.
-¿¡Te quieres callar de un puta vez!? -me giro con lágrimas en los ojos.- ¡Mira como está Cristina! -grito, señalo al sofá, Justin nos mira con lágrimas también en los ojos, Cris está apoyada en su regazo.
-¡Cristina! -se acerca y la empieza a mover de un lado para otro.
-¡Estate quieta! -gritamos Justin y yo a la vez.
-¡Puede ser peor! -grito. Otra vez el timbre, corro a abrir, es los de la ambulancia, les dejo paso para que entren, Justin le grita donde tienen que ir, cogen a Cris con delicadeza y la colocan en la camilla, le colocan unas cuantas cosas, le miran el pulso.
-Vamos, tenemos que llevárnosla. -dice el que parece ser el médico.
-Sí, ¿quién la acompañará?
-Yo. -dice Justin de momento.
-¿Puedo ir yo? -pregunta Eva.
-Lo siento, solo un acompañante por enfermo, pero podéis ir en otro coche.
-Vale, iremos en el mío. ¿A qué hospital vais? -pregunto mientras voy medio corriendo detrás de ellos hasta la ambulancia.
-Al _____ _____ -cierra la puerta, Justin se despide, miles de fotógrafos no paran de echar fotos y preguntar, pero como si no estuvieran. Entro corriendo a la casa, cojo mis cosas, cojo el bolso de Cris.
-¿Qué haces con su monedero? -pregunta cabreada Eva.
-Coger su D.N.I y la tarjeta del médico, aunque aquí no servirá esta tarjeta. -La miro. Que raro, aquí no hay de esto- Aquí no hay seguridad social, solo médicos privados y hospitales, pero hay que pagarlos, que suerte tenéis. -meto todo en su bolso, me aseguro de que lleve también su móvil, cojo mis cosas y espero a Eva que está buscando como loca sus llaves.
-Pues manda huevos, o sea, que ahora tendremos que paga por encima ponerse mala? Pueden ir a la mierda. -dice en un tono muy cabreado mientras busca como loca las llaves.- ¿¡Dónde huevos están las llaves!? -grita.
-¡Ahí hay unas! -las coge Ryan.
-Son las de Cris, bueno da igual. ¡Vamonos! -sale y cierra la puerta, voy hacia mi coche, abro la puerta y entro, espero a que suban, ¿por qué no suben? Como si no supieras la respuesta Selena.
-¡Vamos! -abro la ventana y grito.
-¿Contigo? ¡Ni hablar! -grita Eva.
-A pues si prefieres ir andando, bien por ti. -acelero un poco.
-Mira Eva, no es el mejor momento para que peléis, es nuestra amiga, si quisiera estrellarnos o algo con el coche no iría ella. -razona Ryan.
-Está bien... -termina cediendo Eva y suben rápido, antes de que cierren las puertas ya estoy arrancando. Eva de copiloto y Ryan atrás.
-¡Que asco tanta cámara, joder! -Eva mira cabreada a las cámaras, pero mis cristales son tintados, no se ve nada.
-Es lo que tiene la fama. Y más si eres novia de Justin Bieber. -un semáforo en ámbar, está apunto de ponerse rojo, acelero, y consigo pasarlo, aunque después de algunos pitos por parte de otros conductores e insultos que gritan con las ventanas bajadas, hago oídos sordos y acelero más, solo se puede ir a 80, yo voy a 140, menuda multa me va a caer.
-Afloja un poco, ¿no? -reniega Eva.
-No. -seca. Acelero más, 180.
-¡Te van a multar, Cris ya está en el hospital tranquila, afloja! -grita Ryan que ve como algunos coches nos pitan.
-De eso nada.
-¿¡Pues que es lo que tiene Cristina para que vayas así!? -grita Eva, está llorando.
-¿No lo entiendes?
-¡Joder, pues no! ¡Yo no sé lo que le ha pasado!
-No sé si será, pero por como contaba que le pasaba, fue un infarto. ¡Y eso no es nada normal en una chica de 16 años! -golpeo el volante.
-¿No? -pregunta Ryan desde atrás con la voz apagada, Eva me mira con los ojos como platos.
-No.
-Cuentame que pasó por favor. -dice Eva.
-Pues... -le cuento todo.-
-¡Que tía...! -exclama Ryan.
-Esto es serio.
-Ya, lo digo por todo lo que ha roto.
-Selena -ignora el comentario de su novio- también puede ser un ataque de nervios.
-Y lo sé, eso es lo que he pensado hasta ahora, pero no sé, es que no encaja los mareos, yo pasé por dos ataques de nervios cuando pasó lo que pasó entre nosotros, y serios. Gracias a dios de que estábamos una vez de ellas en familia y mi tío es médico, me ayudo, me tranquilizó y después fuimos a el hospital donde trabajaba una vez ya tranquilizada. Lo intenté hacer con Cristina, pero al tener asma, al ser asmática se asustaba más y su respiración se agitaba más y era imposible.
-Gracias por intentar ayudarla.
-No las des.
-¿Y la segunda vez que te pasó? -dice Ryan desde atrás.
-Estaba con mi madre en mi casa, cuando me llegó la denuncia. Y como ya me pasó mi madre sabía que tenía que hacer, me tranquilicé como pude, pero esta vez era más fuerte y como mis cristales son tintados y tal, mi madre conducía, que menudo espectáculo conduciendo. -sonrío inconscientemente.- Y bueno, ser famosa tiene sus prioridades, entre por donde las ambulancias y el hospital no lo hizo público, por eso nadie conoce eso de mi.
-Vaya... ¿Pero estás bien no? -Miro a Eva, rápido antes de volver la mirada a la carretera, está mirando por el cristal.
-Sí.
-Me alegro. -iba a responder pero otro pito por parte de otro vehículo.
-¡Te van a meter una multa que ya verás! -grita Ryan.
-Joder... -susurro- Dale mi bolso a Eva, está ahí detrás a tu lado, junto al de Cristina. El morado- Hace caso a lo que le digo y Eva coge el bolso extrañada.
-¿Qué hago con el?
-Saca un pañuelo.
-¡Sin mocos! -exclama divertido Ryan.
-No es momento para tonterías. -decimos Eva y yo a la vez.
-Sorry.
-Vale, ¿ahora qué?
-Abre la ventana un poco. Lo justo para que pueda salir tu mano y no se nos vea. -extrañada hace caso a mis instrucciones.
-Vale, ¿ahora qué?
-Muévelo con cuidado de que no se te caiga. -acelero, pito varias veces seguidas a cada diez metros que avanzo.
-¡Se apartan! -exclama Ryan incrédulo.
-¡Bien! ¿Una fiesta? -pregunto irónica.
-¡Esto lo vi una vez en una película! -ríe Eva.
-¿Nunca habías visto hacerlo a nadie?
-Pues no, pero esto ya se hace muy poco.
-Ya, pero es que no deberíamos hacerlo tampoco, porque no llevamos heridos, pero bueno. -termino riendo.- Somos la hostia. -ríen.
-Vamos a llegar hasta antes que ellos y todo.


Bueno, este es uno de los últimos capítulos ya. Los siguientes el la anterior página :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario